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Los cuidados transoperatorios hacen referencia a las distintas técnicas que usa el personal de salud para cuidar al adulto mayor durante una cirugía. Dichos cuidados son una de las partes más importantes de una intervención quirúrgica, que el personal de enfermería tiene la responsabilidad de preparar al paciente para la operación. Además de esto, también deben vigilar el estado de la persona durante el procedimiento.
Si deseas conocer un poco más el concepto de este término y cuáles son los cuidados exactos que se aplican, te invitamos a que sigas leyendo esta guía.
El término transoperatorio habla sobre el tiempo que transcurre desde que el anciano ingresa a la sala de operaciones hasta que es llevado a la sala de recuperación. Por lo tanto, dicho período está constituido por la intervención quirúrgica, la cual es llevada a cabo varios especialistas médicos.
Generalmente el equipo quirúrgico está compuesto por el cirujano, anestesiólogo, enfermero circulante y enfermero instrumentista. A pesar de que cada uno de ellos tiene una responsabilidad distinta, todos deben velar por la seguridad del adulto mayor. Sobretodo el personal de enfermería, pues ellos deben aplicar los cuidados transoperatorios correspondientes.
Antes de comenzar con la cirugía, todo el personal deberá prepararse. Para ello, deben realizar la asepsia por completo de las manos y los brazos para evitar causar una infección en el paciente. Luego de esto, proceden a colocarse el uniforme quirúrgico y, por último, deben colocarse los guantes estériles.
Como anteriormente lo mencionamos, los cuidados transoperatorios son muy importantes para cualquier cirugía. Debido a que su objetivo principal es el de facilitar la intervención quirúrgica. De esta manera se logra llevar a cabo un procedimiento exitoso y seguro que no ponga en riesgo la vida del adulto mayor en ningún momento. Estos son:
Primero que todo, es de suma importancia transmitirle tranquilidad y seguridad al anciano. Por esta razón, el personal de enfermería debe saludar y presentarse ante el paciente antes de llegar al quirófano. Además, también es fundamental que hablen tanto con el adulto mayor como con su familia sobre el tiempo estimado para la cirugía.
La identificación del paciente es una parte muy importante del procedimiento para así evitar cualquier tipo de equivocación. Para realizar la identificación, uno de los enfermeros debe encargarse de corroborar:
Uno de los procedimientos que se incluyen en los cuidados transoperatorios es la sedación, la cual básicamente es una técnica de anestesia monitoreada que generalmente se aplica por vía intravenosa y algunas veces por vía intramuscular. Durante esta etapa, el anciano permanece somnoliento, consciente y adormilado, lo cual es de gran ayuda para:
Luego de que transcurre la etapa de sedación, se procede a aplicar la anestesia. Esta técnica cuenta con una acción analgésica que relaja los músculos y no permite que el anciano sienta dolor. Según el tipo de anestesia que se necesite, se pueden utilizar las dos técnicas siguientes:
Cuando se utiliza la anestesia general, el anciano entre en un estado donde pierde el conocimiento y automáticamente se anula cualquier sensación de dolor en todo el cuerpo. Para ello, el enfermero encargado de los cuidados transoperatorios del adulto mayor debe aplicar ciertos anestésicos, como la procaína o lidocaína. Finalmente, cuando se desee terminar con la anestesia, simplemente se deberá suspender la administración de dichos fármacos.
A diferencia del caso anterior, este tipo de anestesia está destinada para eliminar la sensibilidad dolorosa de una zona en concreto del cuerpo. Por lo que puede aplicarse en un solo nervio o en vario de ellos.
Esta técnica está especialmente diseñada para bloquear la sensibilidad de los nervios de la médula espinal en cirugías abdominales. Además, una de sus grandes ventajas es que el efecto analgésico sigue manteniéndose luego de la operación, así que el paciente no sentirá ningún tipo de dolor al despertarse.
En caso de que se necesite realizar una operación en el periné o suelo de la pelvis del anciano, esta técnica de anestesia es la ideal. La misma se aplica a través del conducto caudal que se encuentra sobre el sacro, es decir, la parte inferior de la columna vertebral.
Este último tipo de anestesia se utiliza para anular la sensibilidad de los nervios de la zona lumbar del paciente. Al igual que la anestesia epidural, la anestesia se sigue manteniendo luego de la cirugía.
En la mayoría de los casos se utilizan agujas desechables para aplicar cualquiera de las anestesias anteriormente mencionadas. Ya que de esta forma se asegura al 100% la esterilidad del material, algo que no ocurre con las agujas reusables.
Para asegurar tanto la comodidad como la seguridad del anciano existen ciertas mesas de operaciones específicas para ello. Además de esto, se pueden adaptar a cualquier tipo de operación para así evitar que la persona sufra alguna lesión vascular o nerviosa durante la intervención.
Al momento de colocar al adulto mayor en la mesa, se debe utilizar la posición correcta según el tipo de operación a realizar. Las más comunes son:
Otro de los cuidados transoperatorios que se le deben realiza al adulto mayor es la desinfección pre-operatoria. En esta ocasión el enfermero debe desinfectar la piel del sitio de la incisión y toda la zona que lo rodea. Esto se hace con el objetivo de eliminar cualquier tipo de microorganismo para evitar infecciones. Para ello se puede utilizar antisépticos como el hexaclorofeno y el yodopovidona.
Además de los cuidados transoperatorios al anciano, el personal de enfermería también debe asegurarse de que los instrumentos estén en buen estado para asegurar su buen uso y prevenir que la cirugía salga mal. Por lo que los enfermeros se encargan de:
Las intervenciones quirúrgicas, a diferencia de las personas jóvenes, son mucho más peligrosas para los adultos mayores, sobretodo si presentan algún problema de salud. Entre los distintos factores de riesgo que existen en una operación de este tipo, se destacan los siguientes:
Con el paso de los años la elasticidad de los pulmones comienza a disminuir, algo que los hace ser más propensos a padecer de ciertas enfermedades. En el caso de los adultos mayores, es muy común que sufran de bronquitis, enfisema y asma. Estas condiciones de salud pueden complicar tanto la anestesia como la recuperación del paciente luego de una cirugía.
Las personas de la tercera edad tienen mayores posibilidades de padecer de insuficiencia cardíaca, infartos en el miocardio, insuficiencias valvulares e hipertensión. Esta última suele afectar a más del 50% de la población adulta mayor y son un obstáculo para completar la cirugía con éxito. De igual forma, los pacientes con alguno de estos problemas de salud necesitan de ciertos cuidados post-operatorios más especiales.
Los cuidados luego de una cirugía pueden complicarse en un aciano que padezca de diabetes, cirrosis hepática o hipotiroidismo. Esto sucede porque es muy común que el anciano sufra de estrés luego de la cirugía, algo que aumenta los niveles de azúcar en la sangre.
En caso de que se utilice una cantidad exagerada de anestesia local y este alcance un nivel tóxico en la sangre del paciente, éste puede experimentar ciertos síntomas. Entre ellos se encuentra el zumbido de oídos, mareo, desvanecimiento, dificultad en el lenguaje y convulsiones.
Si el adulto mayor presenta una intoxicación por los anestésicos locales debe ser tratado a tiempo. Ya que si la concentración del anestésico en la sangre no disminuye, el paciente puede sufrir un paro respiratorio, lo cual podría causarle la muerte.
A continuación se muestran algunas recomendaciones pre y post operatorias que debes tomar en cuenta en caso de que el adulto mayor a tu cargo vaya a realizarse una cirugía.
Es fundamental ayudar a que el anciano se prepare para la operación días antes de la fecha establecida. De esta manera podrán cuidar cada mínimo detalle y prevenir que ocurra algún problema durante la intervención. Por esta razón, te presentamos los siguientes consejos:
Existen ciertos medicamentos que dificultan la coagulación de la sangre como es el caso del ibuprofeno, ácido acetilsalicílico, clopidogrel y naproxeno. Así que es muy probable que el médico encargado le haya prohibido el uso de estos fármacos al anciano, por lo que sólo deberá consumir aquellos que hayan sido recetados por el especialista.
Tampoco se deben consumir hierbas, suplementos, minerales o vitaminas antes de la operación sin que el médico lo sepa.
Por lo general el médico le pide al paciente que no coma o beba nada después de la medianoche, ya sean alimentos líquidos o sólidos. En caso de que el paciente deba tomar alguna medicina en la mañana de la cirugía, puede utilizar una pequeña cantidad de agua.
En la mayoría de los casos, el personal de enfermería suele entregarle un jabón especial al anciano con el cual debe tomar un baño la noche antes de la cirugía o hasta incluso el mismo día por la mañana. También se puede utilizar un jabón antibacteriano por si los enfermeros no le dieron el jabón especial.
Se recomienda empacar los siguientes artículos para tenerlos a mano en el hospital o clínica:
Después de la cirugía se debe prestar mucho cuidado a la herida y seguirlas siguientes recomendaciones:
En cuanto a la dieta, es fundamental que durante la primera semana después de la intervención se eviten alimentos que puedan producir gases. En este grupo entran tanto los lácteos como los granos. Por otro lado, se debe ingerir comidas altas en fibra que ayuden a prevenir el estreñimiento, al igual que las frutas y las bebidas naturales.
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